Autobiografía

 


Siempre me definí como una persona con una gran memoria, he llegado a bromear incontables veces con que recuerdo todos los días de mi vida desde los 4 años, claramente esto no es verdad pero si cuento con algunos recuerdos sueltos de mis primeros años de vida, con los cuales tengo problemas diferenciando si es algo que recuerdo haber vivido o si recuerdo que me lo hayan contado. La primera casa en la que viví, ir al jardín con mi primo topi hasta la sala de 4, un reto en la sala de 3, ir a ver una película de Jorge el curioso y algunos viajes a Mar del sur, el pueblo costero al que desde que tengo o mejor dicho no tengo memoria que vamos con mi familia todos los veranos.

  Sin embargo todos estos eventos están desorganizados temporalmente, di vueltas y vueltas para pensar de qué forma podía organizar mis memorias para así contar mi vida y fue tan simple como ir al primer recuerdo del que tengo memoria sabiendo la fecha, y el acontecimiento, se trata del Mundial 2010.

     Era el primer mundial que me tocaba vivir de forma consciente y el primer partido de fútbol en general, me acuerdo el preciso instante cuando en la tele chica del cuarto de juegos de mi casa de Capdevila 2971 el cual antes era simplemente mi cuarto, presencié el centro de la Brujita Veron y el testazo de Heinze, también se me viene a la cabeza un gol de un tal Palermo el cual sin haber visto antes ya conocía de nombre y ya lo quería tanto como a cualquier ser querido, combinando con el festejo con Maradona que había sido el protagonista de la película “Héroes” que veía siempre antes de dormir.

    Pero si algo me dejo marcado de ese mundial fue el llanto desmedido abrazando a mi madre después de cada uno de los goles de Alemania, fue la primera decepción de mi vida en general, no podía entender como Klose, Muller, Podolski y todos esos podían disfrutar tanto de hacer sufrir a una nación, claro, tenia solo 5 años y no entendía de frustraciones o de que las cosas no salgan como uno esperaba.

     4 años después llegó el mundial 2014, realizado en Brasil y que nos agarraba a mi y a mi familia viviendo allí habiéndose cumplido 1 año de aquella mudanza. Me sería imposible ponerme a contar todas las veces que combatí en discusiones a muerte, o que parecían serlo con mis compañeros brasileros en defensa de la selección argentina, yo que ya vivía allí hace un año y por lo tanto ya había superado la difícil barrera del idioma y ya había hecho nuevos amigos trataba de explicarles que Argentina tenia al mejor del mundo pero no había caso, ellos a pesar de tener un equipo muy flojo estaban convencidos de que iban a salir campeones hasta me acuerdo de una propaganda brazuca que hablaba del “Hexa” algo que sería inadmisible en Argentina ya que serías tratado de mufa. Solíamos juntarnos con la comunidad argentina en Brasil para ver cada uno de los partidos en distintas casas, con la excepción de irán que tuve la suerte de poder ir a verlo en cancha, creo que hasta ese momento de mi vida en ninguna noche fui tan feliz como contra Holanda.

  Rusia 2018 me agarraba igual de enquilombado que como estaba la selección argentina. Ya habíamos vuelto de Brasil y ya no estábamos más en la casa de capdevila 2971 sino que habíamos ido a capdevila 3473, una nueva casa cuyo living fue testigo de todos los partidos vistos de ese mundial. Me encontraba en primer año y en esa etapa de tantos cambios para un chico de esa edad tenía que lidiar con una selección que daba más desilusiones que alegrías. Es un mundial del que tengo más recuerdos olvidables que momentos para enmarcar, me costo tanto lidiar con el fracaso de la eliminación que vi muy pocos partidos de la copa posterior a esta.

  Finalmente la joya de la corona, Qatar 2022 me encontró en el mejor momento posible para presenciar un mundial, quinto año, esa etapa donde ya no le daba bola a las materias y zafaba con lo que tenía estudiando lo justo y necesario. Talvez al tener ya 18 años y haber sido hace relativamente poco es el que más se recuerde y más aún considerando cómo se dio. El partido con Arabia fue el único que vi con amigos, con un grupo el cual a varios de esos integrantes conozco desde antes de que tengo memoria sobre lo que cuento, al haber perdido tildamos la juntada de mufa y solo nos juntamos después de los partidos para festejar. La casa de mi padre y de mi madre, ya separados hace más de 1 año para ese momento fueron los lugares donde vi los demás partidos. El día de la final llore como nunca antes había llorado, talvez solo contra Alemania en ese 2010 y es por eso que este mundial cerró un ciclo de mi vida, ya que no solo fue el año que termine el secundario sino que mi primer recuerdo ordenado en el tiempo tenía como objetivo “ganar el mundial” y ese objetivo talvez el cual fue marcando cada camino de mi vida, se había cumplido.

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